El Toro

LA GANADERÍA – El Cinqueño, protagonista de 2021

Fotografía: Alberto Simón

El utrero se mueve más, el cuatreño se mueve mejor y el cinqueño se lo piensa mucho: se lo piensa cuando lo citan y, lo que es peor, se lo piensa en movimiento.

Además, una cosa es moverse –pasar-, y otra es embestir. Embestir embisten los bravos, ya sean utreros, cuatreños o cinqueños. Y entre los bravos, la escala de la bravura es larga, los hay que embisten mal, de recorrido incierto o poco humillado; o bien, con fiereza o con fijeza Pero además están los bravucones que pueden emplearse si se los lidia bien, aunque por lo general terminan a la defensiva. Y por supuesto, están los mansos (de raza brava), cuyo comportamiento depende de las manos que los torean.

La buena embestida deriva de la bravura pero la influyen otros condicionantes: estado físico y manejo. El comportamiento del toro es tan amplio como toros existen. No obstante hay promedios que casi hacen ley. Dice el biólogo de la bravura que el utrero embiste más porque tiene una carga de dopamina más pujante. Advierte que es algo menor la del cuatreño y por eso regala menos embestidas, aunque más hondas y atemperadas porque ha alcanzado  la cumbre de su madurez. Sin embargo, el cinqueño es más problemático, ha iniciado su decadencia biológica y piensa más que embiste. Naturalmente, hay excepciones. Las ha habido este año. 

Pero el cinqueño predominante de esta temporada ofrecía rémoras añadidas: las de “haber comido de campo”, sin probar mejores y más energéticos (caros) piensos durante el año y pico de pandemia, con ganaderos en apuros económicos y sus toros con una preparación de apenas tres meses en el mejor de los casos. Incluso cuando se lidiaban ganaderías señeras, los echaron de desiguales hechuras y sin el soporte físico que exhibían antes de la pandemia. Por eso, hay que felicitarles, pues la proporción de cinqueños muy pasados que han embestido ha sido apreciable. Y por supuesto, a los toreros, porque se han visto faenas memorables con ancianos y muy encornados morlacos. Pero si el cinqueño persiste en las próximas temporadas cambiará el toreo. ¿Será más técnico, menos artístico?

Oído al parche. Dicen que Florito no piensa reseñar un solo cuatreño para Las Ventas.

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