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FERIA DE SAN ISIDRO – 12ª de abono. ​Pese a quien le pese, un  figurón del toreo

Fotos Alberto Simon//////// Plaza 1/ Alfredo Arévalo

Pese a quien le pese, un  figurón del toreo

Como Manzanares es un buen torero en horas bajas y Fernando Adrián un toricantano sin leyenda, quien puso el “No hay Billetes” fue Roca Rey: primer dato para recibirle de uñas. Y como además ha triunfado en todas las tardes que ha toreado en Ls Ventas, como novillero y matador, razón de más para recibirle de uñas. Y si para peor, arma el lío desde su primer quite, el rechazo de los supuestos entendidos camina como marcha triunfal.

Los supuestos entendidos suelen sentarse en el tendido 7 y no parecen gente de Madrid, tienen pinta y expresión de paletos. Pero como el resto es mayoría silenciosa, mandan en Las Ventas. Y las corridas, cuando llegan las auténticas figuras, son un suplicio. 

Por fortuna, hoy, el centro de sus iras, Roca Rey, no les hizo ni caso. Planteó su faena grande en terrenos del 7, no porque los tuviera en cuenta, ni porque quisiera retarles, sino porque allí hacia menos viento. Y le hizo al toro lo que a los entendidos no les gusta, recibirlo de rodillas con la muleta, darle varios pases cambiados, y después lo que debería gustarles, torear despacio, a cámara lenta, con un temple de insomnio y un trazo largo, toreadísimo, torerísimo, más despacioso y con mejor trazo que el de los inspirados toreros sevillanos de hoy. Más aún, ese excelso toreo lo combinó con una quietud asombrosa, dejando que los astifinos pitones le acariciaran el bordado. Una cosa y otra, el toreo y la actitud, pusieron a la plaza en pie varias veces durante la faena. Y la olla hirviente de Las Ventas recuperó el clamor de sus grandes tardes. Por desgracia para el toreo y por fortuna para el 7, este seguro estoqueador no mató como suele hacerlo, y perdió las orejas para decepcion de los aficionados y contento del 7.

El resto de la tarde careció de interés. A Fernando Adrián se le fue el toro de su confirmación, quizá el toro de la corrida, a Manzanares los dos suyos y a Roca Rey su primero, malísimamente lidiado. Y se les fueron porque la corrida de Victoriano del Rio era una corrida brava, noble y con mucha viveza. Nadie tiene la culpa de que los toreros no miren las banderas y se pongan a torear donde más viento hace. Nadie tiene la culpa de que Fernando Adrián cortara con un muñecazo las largas embestidas de un toro para consagrarse cuando llegaban al embroque.  Ni tampoco de que Manzanares se asfixie al segundo muletezo ligado en redondo  y resuelva el trance con un pase de pecho. Eso sí, muy bueno. Nadie tiene la culpa de que a los más conspícuos aficionados de Las Ventas no les guste Roca Rey. Pese a quien pese es la primera figura del toreo.

Roca estuvo en figura desde el primer capotazo
Profundidad de rodillas
Toreo de cercanias
Dos entregas en una misma suerte
Natural encajado pasandoselo muy cerca
Pase de las flores
Version Limeña
Natural de mano baja dandole el pecho
Figura del toreo

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