El Torero

Feria de Otoño 1ª Parte

Fotos Alberto Simón/ Alfredo Arévalo Plaza uno/ Congreso de los Diputados

​​​Impresiones madrileñas

​​​Por José Carlos Arévalo

Días después de celebradas las tres primeras corridas de la feria (por enfermedad no pude ver la novillada de apertura) no vienen a cuento reseñas críticas. Pero no está mal un sintético balance:

El Público. Decididamente Las Ventas es una plaza esquizofrénica. Hay dos públicos, “el 7” y sus jóvenes acólitos, y la mayoría. Los primeros, viejos y jóvenes, no tienen ni puta idea. Pero protestan como si fueran belicosos guardianes de una doctrina que solo ellos conocen. No voy a explicar la memez del “estás fuera”, porque en el toreo, cuando se torea siempre se está fuera; ni la grosería del “qué malo eres”, porque cuando el picador lo hace bien, también se lo dicen; ni que protesten a un toro cuando gatea o pierde las manos al salir del puyazo; ni que protesten a un toro por no ser cornalón (si no pertenece a una ganadería de las suyas); ni que no sepan ver la ejecución de la estocada sino solo la colocación de la espada (cuando el torero no es de los suyos). Y no voy a explicárselo porque tratar de convencer a un dogmático es hacer el idiota.

El otro público, es el público de Madrid de toda la vida. Jalea y ovaciona exactamente el buen toreo u otros valores que tiene el toreo. En la tercera corrida del abono emergió ese público y Las Ventas volvió a ser la plaza de Madrid.

El Toro. En una ganadería de camada larga hay todo lo más 10 toros cornalones (anchos de sienes, con los cuernos muy largos). Entre peleas y otros accidentes, aptos para salir al ruedo quedan 6 u 8. No importa, se busca un toro alto, se le infla a comer y santas pascuas. A veces, entre esa “parte alta de la camada” hay alguno de buena nota y hechuras y a veces uno de los otros galafates embiste. Todos soportan entre 60 y 100 kilos más de los que admite su naturaleza. Demasiado hándicap para que las cosas salgan bien.

La corrida de Victoriano del Rio basculó entre la bravura y la brusquedad. No regaló una sola embestida, ni los bravos ni los bruscos. Tuvo mucho que torear.

La corrida de Garcigrande fue mansa, mansa, mansa. Dicen que se pelearon mucho en los corrales. Pero fue mansa, peligrosa y mal lidiada.

Y la corrida compuesta por los hierros de Puerto de San Lorenzo y Fuenteymbro osciló entre el terror y la bravura. La divisa salmantina lidió dos toros importantes (1º y 2º) y un asesino en serie (6º), y la gaditana, un buen toro (3º) dos asesinos en serie (4º y 5º). 

Los Toreros. (Por orden de aparición) Primera corrida.Emilio de Justo fue el héroe de la primera tarde. Tres sufrir una espeluznante cogida en su primer toro, salió, herido, a matar su segundo toro. La gente, emocionada por la autenticidad de la gesta, se volcó con el torero y el torero se entregó en consonancia. Fue un triunfo de la ética, pero no tanto del toreo.

Madrid. 3 de octubre de 2025
Madrid. 3 de octubre de 2025

Borja Jiménez estuvo francamente bien, hizo el mejor toreo de la tarde. Como pinchó a su primero, todo quedó en silencio. Pero dio una buena tarde.

Madrid. 3 de octubre de 2025

A Tomás Rufo lo protestaron en exceso. Muleteó despegadillo a su primero, pero procedía porque el toro no era bravo y tenía que durar. Pero expliquen ustedes eso a los del 7. Fue la bestia negra de la tarde.  

Madrid. 3 de octubre de 2025

Segunda corrida. Alejandro Talavante es un virtuoso del toreo. Pero exigirle que diera un pase a los dos mamotretos que le cayeron en suerte es como pedirle a Diego del Morao que nos deleite con una guitarra sin cuerdas. Como decía Antonio Donaire, son días de esos. Lo dicho vale para Pablo Aguado. Es desesperante ver a un torero tan bueno con toros tan malos. Y es absolutamente injusto que una ilusionante promesa, como Jarocho, vea boicoteada su confirmación de alternativa por dos funos de talante cunero.

Madrid. 4 de octubre de 2025
Madrid. 4 de octubre de 2025

Madrid. 4 de octubre de 2025

Tercera corrida. Ver torear a Uceda Leal es un lujo para el aficionado y una privilegiada iniciación al toreo para los nuevos espectadores. Pero la perfección no tiene sobredósis. Si a su primer toro le hubiera ligado cuatro o cinco redondos en vez de tres, hubiera salido por la Puerta Grande. Y si no ha salido es porque el toro no los tenía. Así es de exacta, de exigente, de dura, la perfección. No tiene truco, tiene verdad. Y una maestría que se paladeó en su primer toro y se respetó en su avieso segundo y en el imposible burel que mató en sustitución de Víctor Hernández. Buen toreo de capa, elegante toreo de muleta, supremas estocadas y lúcida dirección de lidia. Es lamentable que este maestro no toree al menos cinco tardes en Madrid. 

Madrid. 5 de octubre de 2025

Madrid. 5 de octubre de 2025

Fortes es un torero aparte, distinto en el arte y en la maestría. Lidia toreando. Su segundo toro era de enfermería. Y lo citaba como si fuera el ángel de los bovinos. Y el malvado se hizo bueno, quería coger, pero obedecía. Y si no remataba sus embestidas es porque además de cabrón era manso y eso no hay quien lo cure. Pero que suprema lección de torería dio Fortes con el quinto de la tarde. La vuelta al ruedo con que lo premiaron ha sido la más seria, honda y sentida de los últimos tiempos.

Madrid. 5 de octubre de 2025

Madrid. 5 de octubre de 2025


Hace años, la tarde que ha dado en Madrid Víctor Hernández lo colocaba, ipso facto, como figura del toreo. Su toreo al natural, en dos fases, ligados y uno a uno, es una de las cumbres del año. Por citar al toro con toda la verdad puesta en su muleta, por la increíble reunión de toro y torero a partir del embroque, por el temple cadencioso que tejía el toreo y la embestida, por el bellísimo hilo conductor de su trazo, que acoplaba con un lento y sublime compás la bravura y el arte. No entiendo por qué el presidente le negó la segunda oreja. Sinceramente, nadie ha toreado así por naturales este año en Madrid. Claro que también es difícil asumir el absurdo quite por tafalleras acordobinadas que Víctor intentó hacer al quinto toro, un marrajo que olía a cloroformo y lo mandó al hule. El año próximo comprobaremos si las empresas, no solo la de Madrid, saben hacer justicia.

Madrid. 5 de octubre de 2025

Madrid. 5 de octubre de 2025


La Empresa. Hay cosas que no entiendo. Si Tele-Madrid sacó del gueto a la tauromaquia con sus transmisiones en abierto de la pasada Feria de San Isidro, ¿por qué pedir el oro y el moro para transmitir la Feria de Otoño, en fechas tan difíciles para la Fiesta, con una peligrosísima votación el próximo dia 7, en el Congreso de los Diputados, que puede dejarla a la intemperie cuando más falta hace difundirla? Decepcionante.

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