FERIA DE SAN ISIDRO – 10ª de abono. Gran toreo en una plaza que no está a la altura

Gran toreo en una plaza que no está a la altura

Que Joselito Adame, un torero formado en España desde que era un crío, al que José Tomás dio la alternativa en Arles y a quien el toreo de México eligió para enfrentarlo al mito de Galapagar mano a mano en la Plaza México porque ya era entonces la máxima figura de su país, sí, que dicho toreero vuelva a Madrid y solo le programen para una sola actuación, con un corridón para desesperados, y en San Isidro, me confirmó que algo no funciona en el llamado “sistema” de la Fiesta.

Que Joselito Adame, después de haber estado muy bien con su primer toro se deje crudo en varas un bigardo de mucho cuidado, bruto en bravo, que reponía dando un brinco después de cada lance, lo cite de lejos para abrir la faena de muleta con el único amparo de la paralela de tablas, amparo al que el toro no obedeció y se venció lanzándole a las nubes, y que como respuesta lo saque a los medios (o sea, le de todas las ventajas) y lo cite a la misma distancia (o sea, a quince o veinte metros) y que reuna su enfurecida carrera en la muleta, la mande, la obligue, la toree con la más absoluta verdad en una y otra serie, ignorando sus derrotes finales, ciñéndose a las brutales embestidas con mando y a compás, y que lo mate de un pìchazo entrando a ley y de un volapié fulminante y que no haya suficente petición y que el presidente también se llame andana, me encabrona con la plaza donde me hice aficionado y que cada día me gusta menos. Para la estadística, Joselito Adame, que mereció dos orejas de ley, dio una vuelta al ruedo.

Pero, señores, es que estamos en la primera plaza del mundo. ¿De verdad? Decidan ustedes: un joven llamado Ángel Tellez hizo hoy el toreo más cadencioso, más aterciopelado, mejor versificado que una muleta puede crear con la enclasada embestida de un toro bravo. Apunten la fecha, martes 17 de mayo de 2022, porque hoy volvió a Las Ventas esa veta de toreo elegante que tienen algunos toreros de Madrid, como Cayetano Sanz, Antonio Marquez, Luis Miguel, Luis Segura, Antoñete, Joselito y José Tomás y que, inesperadamente, un joven torero parado por la pandemia, llamado Ángel Tellez, nos la devuelve cuando nadie podía ni suponerlo. ¿Quién es ese Tellez, y dónde y cuándo ha toreado así? Esas cosas se avisan, porque si no nadie las cree. ¿Cómo presentir que ibamos a ver el temple dormido, la belleza del trazo, el toreo irreal que los toreros sueñan pero no hacen. Por supuesto, los oles fueron tan hondos como aquellos naturales elegantes y con tanta desgana en los vuelos, como aquellos redondos tersos y tan adormecidos. Sí, así fueron los muletazos de su primera faena. Pero sé que nadie me va a creer. Porque no los daba Chenel, ni Joselito, ni José Tomás. Y por eso, porque nadie se los creyó una vez los vivieron y jalearon, el joven Tellez dio una mísera vuelta al ruedo. Y es que había pinchado una vez antes de matar al toro de una estocada. Pena de plaza. De puro exigente parece tonta. 

Sí, ayer pudieron salir dos toreros por la Puerta Grande y mantener oficialmente en alto el nivel artístico de la Feria. Así lo hicieron, pero no se les reconocerá, porque Las Ventas es una plaza muy seria, la primera del mundo, y un pinchazo es un pinchazo. 

Ah, se me olvidaba, el Tercer espada, Pepe Moral, pudo triunfar y no triunfó porque su último toro se rajó contra todo pronóstico. ¿Por qué se rajó? Si se analizaran los toros en el desolladero se sabría más de de lo que pasa con las puyas actuales en el cuerpo de los toros. Pero de eso hablaré otro día.