Valladolid: Matilla lo borda
Si el aficionado de cualquier punto de España quiere ver los toros sin complejos, ni de listo enterado, ni de exquisito de la pureza, ni de festejo patoso, un consejo: vaya a la Feria de San Pedro Regalado, un santo muy torero, patrón de los toreros, que amansó a un toro bravo allá por Raso de Portillo. Los muy creyentes dicen que fue el milagro preceptivo para su consagración. Los un poco descreídos pensamos que el santo sabía torear. El caso es que la primera capital del toro fue Valladolid. Y eso se nota. El que suscribe, que cree en el poso del tiempo, lo nota cuando ve toros en el asolerado coso de Pucela. El tendido no se pretende cátedra, pero se entera de lo que pasa en el ruedo. Es correcto con los toreros, pero distingue la joyería de la bisutería, cosa poco común. No me extraña que Matilla haya hecho una feria que es un fin de semana taurino en la cumbre, sin complejos. Están los que tienen que estar. El 14 y 15 de mayo, dos carteles de superlujo. El 14, 2 toros de Guiomar y Cortés de Moura para Diego Ventura y 4 de Garcigrande para El Juli y José María Manzanares. Sin Comentarios. Y el 15, Toros de García Jimenez para Morante, Roca Rey y Tomás Rufo. Un solo comentario: el Ave me espera.. Para los de casa, además dos propuestas complementarias. El 13, día de víspera, concurso nacional de recortes, y el 21, el espectáculo “Cómo bailan los caballos andaluces”. Lo breve, si bueno…
