El sábado 1 de junio en Granada en su feria taurina del Corpus también se conmemora la figura de Federico García Lorca con su corrida lorquiana, por el contrario a pocos metros de la plaza, se concentra una manifestación antitaurina que incumplía las distancias permitidas con apenas 18 manifestantes. A pesar de la baja de Morante por infección vírica además de la final de la liga de campeones que coincidía con el horario del festejo, los aficionados acudieron a Granada para cubrir su aforo en más de media plaza. En el ambiente se respiraba que la ciudad es taurina y muchas gentes de las localidades rurales de la provincia acudian a disfrutar de una buena tarde de toros.
La sustitución del torero de la Puebla del Río por Miguel Ángel Perera no hizo que la cita perdiera interés, ya que Perera atraviesa un momento pletórico como se pudo demostrar en la lidia de sus dos toros, un derroche de maestría lidiadora en ambos. Y es que Miguel Ángel le hilvana una faena con inicio, nudo y desenlace a todo lo que salga de la puerta de chiqueros con el añadido del poso de maestría de sus casi veinte años de alternativa. Corto una oreja a su primero y otra a su segundo toro aunque el público pidió con insistencia la segunda y el presidente de la corrida se negó.
Talavante que atraviesa un buen momento después de los apéndices cortados en Madrid se topó con un primer toro justo de raza que se apagó pronto, a mitad de faena el trasteo careció de emoción y el torero abrevió. En su segundo, más colaborador, le diseñó una faena más ligada teniendo como colofón unos naturales a pies juntos donde los vuelos de la muleta se abrieron perfectos, mató al segundo intento de una gran estocada y obtuvo una oreja.
Juan Ortega es sinónimo de torería, da gusto verle andar por la plaza sin perder nunca la compostura de una forma natural sin afectamientos. En su primero dio un quite por delantales antológicos y fundamentó posteriormente una faena de muleta corta por la gusteza de casta de su ponente pero repleta de calidad, corto una oreja. En su segundo astado realizó un quite por chicuelinas que pararon el tiempo el cual provocó el delirio en el público. En el último tercio dio muletazos dándole mucho el pecho enganchándole desde arriba y rematando por debajo con el común denominador de un temple prodigioso, tarea no fácil por lo rajado del animal. Mato de una estocada y obtuvo una oreja.
La corrida de Álvaro Nuñez, justa de presentación y casta, decepciono a la expectación que suscitó. No obstante los animales denotaron nobleza en su conjunto y los toreros pudieron realizar labores aseadas en cada uno de sus oponentes.
Hoy acaba la feria con la corrida de rejones, un ciclo bien organizado por la casa Matilla, que a buen seguro tomarán nota para una mejor elección del ganado para la feria del corpus del 2025, después de las corridas lidiadas de Victoriano del Río y Alvaro Ñuñez.