ACTUALIDAD – Toros en Valdemorillo: buen bajío

por José Carlos Arévalo

La empresa sabía que un pueblo ya no es ir al fin del mundo, que dar toros en Valdemorillo es dar toros en Madrid. Obviedad no tan evidente para las vetustas empresas taurinas. Pero los gestores de La Candelaria son dos jóvenes, Carlos Zúñiga y Victor Zabala. Y han demostrado que si los carteles tienen el mismo nivel que los de San Isidro, los aficionados de Las Ventas se trasladan sin problema a La Candelaria. En la plaza, además de los aficionados de la Sierra y algunos de Sevilla, nos vimos las caras los de Madrid.

La fórmula “plaza llena en febrero” estaba ahí. Pero había que jugar la partida a cara o cruz. Cara: plaza cubierta, muy cómoda, muy bien iluminada y tres carreteras estupendas que confluyen en la plaza. Cruz: apostar sin red (TV) a carteles de lujo a las puertas de Madrid.Y la joven empresa ganó el envite: casi lleno en las dos corridas y más de media entrada en la novillada. Verbigracia: el calendario taurino ha consolidado, por todo lo alto, un buen arranque de la temporada. Se repetía así el éxito del año anterior, pero sin el apoyo televisivo. Dato relevante, la confirmación de que la nueva feria de Valdemorillo puede afianzarse con las de alto nivel.

El lunes, después de la novillada había buenos motivos para el optimismo. Primero porque sin que la información escrita, ni la radiofónica, ni la televisiva dijeran ni pío, los aficionados se desplazaron de la capital y otras poblaciones a los tres festejos de la Feria. Y después, porque lo sucedido en el ruedo tuvo enjundia. La buena tarde de Miguel Ángel Perera, el clamor provocado por Juan Ortega en la segunda corrida y finalmente, la arrolladora bravura de la ganadería de Conde de Mayalde en la novillada que cerró el ciclo.

Buen bajío da que la temporada empiece así.