Fotos Arjona/Pagés. Toromedia Comunicación. Video twitter canal toros.
Por José Carlos Arévalo
Antonio Donaire, gran aficionado sevillano, decía “son días de esos” los días que ni fu ni fa. Y con tan melancólica frase nos pedía que perdonáramos a la vida porque lo excepcional no puede pasar todos los días.
El aficionado a los toros, aunque está bien entrenado, siempre pica –picamos- y siempre a toro pasado recitamos “corrida de expectación, corrida de decepción”. Y no se lo reprochamos a nadie, es que la vida y el toreo son así. Es más, hoy había razones para la expectación. Bueno, dos razones, Roca Rey y la corrida de Victoriano del Rio, un compás de espera, Manzanares, y una oportunidad, la alternativa de Calerito.
Pues bien la decepción vino con el infame lote que correspondió a Roca Rey, el causante de la expectación, prosiguió con Manzanares, que tuvo un buen lote y lo desperdició porque pasea y pasea entre tanda y tanda en busca de un acople con el toro que no llega nunca o llega en alguna breve tanda de tres muletazos, ni uno más. Y la semi compensación llegó con Calerito, el toricantano, que cortó una oreja a un toro de dos, y estuvo bien con un toro que también estuvo bien. Pero en las taquillas estaba puesto el “No Hay Billetes”. Lo dicho, son días de esos.