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EL AFICIONADO – Desde la andanada del 9
Viendo banderillear a Fernando Sánchez, no he podido menos de recordar los versos de Manuel Machado, hermano de Antonio, e, igualmente gran poeta, cuando en su «Retrato» dijo «Y antes que un tal poeta, mi deseo primero hubiera sido ser un buen banderillero». Y es que Fernando ha puesto en las tardes que ha actuado con corridas tan serias como las de Samuel Flores o Victorino Martín, unos pares inolvidables por su galanura, empaque,, poderío y precisión que han levantado la plaza el, incluso, han cambiado el signo decadente o anodino de la tarde. Comprendo pues a Don Manuel Machado que aunque no vio a Fernando Sánchez, intuyó, sin duda la importancia que tiene ser un buen banderillero. Que también es un artista y versifica con sus pasos y donaire ante un toro impresionante que se queda sometido y obediente como un disciplinado alumno.
Pero, lógicamente en esta última semana, llamada «torista» hubo más cosas, muchas cosas, aunque no demasiado buenas. De toros destacó para mí el segundo de Victorino Martín, de nombre «Garañuelo» que fue toreado soberbiamente por Sergio Serrano y que de matar bien hubiera recibido el trofeo o los trofeos correspondientes. La forma de embestir de este toro, humillando, repitiendo y con extraordinaria fijeza, son para recordar y para premiar como uno de los mejores, sino el mejor de la feria.
Infumables «los samueles», con los que estuvieron muy dignos y poderosos Fernando Robleño, Damián Castaño y, sobre todo, Morenito de Aranda, lleno de arte y valor.
La corrida de José Escolar, la otra del encaste Albaserrada, además de la de Adolfo Martín, resultó irregular en la que estuvieron bien Octavio Chacón, Alberto Lamelas y el triunfador de la tarde Gomez del Pilar, que pagó cara la oreja que cortó, y que tuvo en su cuadrilla otro buen banderillero, Ángel Otero. Extraordinario bregando y en banderillas.
Gran expectación despertó la corrida de la Beneficencia con un cartel de lujo: Morante, El Juli y Ginés Marín. Por fin vimos torear a Morante en su segundo toro que entusiasmo a la plaza y corto la única oreja de la tarde. Bien El Juli con su poderío habitual y deficiente con la espada, cosa rara en él. Y bien también Ginés Marín que se consolida como un valor en alza. A destacar que asistió el Rey Felipe VI, todo un simbolico respaldo para la Fiesta que viene muy bien.
La corrida de Fuente Ymbro, resultó buena y difícil para unos toreros demasiado confiados. Así Rafael González que tomó la alternativa resultó herido por arriesgarse en una bernardina en la que le arrolló el toro al final de una buena faena. Y bien el francés Juan Leal que cortó la única oreja de la tarde y tuvo que matar cuatro toros, dos en sustitución del cogido Rafael Gonzalez.
Los toros del Puerto de San Lorenzo, no dieron el juego deseado, si bien Manzanares tuvo una vibrante actuación pero que, cosa rara en el no ratificó con la espada. Y sin ue destacarán el Salmantino Alejandro Marcos , que confirmó la alternativa y Tomas Rufo.
Por último, la corrida de Adolfo Martín, también «Albaserrada», permitió el reencuentro de Rafaelillo que cortó una oreja en una buena actuación y decepcionó un declinante Talavante.
Y esto fue, para mí, todo desde mi delantera de andanada. Una feria que cubrió el expediente, que no es poco y en la que, y esto es importante, el público respondió con varios llenos y buenas entradas en general. Se diga lo que se quiera y los aficionados somos muy proclives a decir y pronosticar, » la Fiesta sigue».