Confirmaciones que confirman y confirmaciones que tramitan. Ya apenas se estilan las confirmaciones de alternativa cargadas de expectación. Creo que la última fue la de El Juli. Antaño, los novilleros tomaban la alternativa por dos razones, porque las ilusiones de la afición se habían centrado en ellos o porque se les había pasado el arroz y era mejor irse a casa con el doctorado puesto. Y con la confirmación, asunto únicamente madrileño, pasaba igual. Ahora, las cosas han cambiado. Hay buenos novilleros, pero nadie lo sabe porque la Fiesta ha sido expulsada de las televisiones abiertas, y las novilladas, de todos los medios. De modo que en San Isidro, de los matadores sin confirmar solo uno, Tomás Rufo, lo hace con una expectación a la antigua. Al resto, unos más y otros menos, únicamente los conocen los muy aficionados. Dicho esto, es de agradecer que a todos Madrid les de la oportunidad de un escenario único, Las Ventas, plataforma mundial del toreo. Eso sí, varios deberán lidiar “funos” como para presentar la dimisión. Qué quieren que les diga, así está el toreo.