Los “pabloromeros” sin José Luis Algora
En el campo bravo hay ganaderos y propietarios de ganaderías. José Luis Algora es un veterinario especializado en el toro de lidia que dirigía la ganadería Partido de Resina. La ha llevado unos cuantos años, prácticamente desde que sus actuales propietarios la compraron a Jaime de Pablo Romero. Y la verdad es que el toro de la casa no cambió en nada durante los 25 años que lidia bajo la nueva marca. Ni en tipo, ni en pintas, ni en comportamiento. ¿Es eso bueno? Lo es si como gestor debes respetar la identidad de una ganadería centenaria. Mi impresión es que los antiguos sementales de Cabrera que cubrían vacas jijonas son los mismos, al menos desde que los he visto lidiar. Siempre fueron toros de expresividad intensa y motor corto. Pero antes se beneficiaban de que los toreros eran más dúctiles, no necesitaban tanto que el toro regalara embestidas y embestidas. Antes había toreros que sabían extraérselas y que con una docena de muletazos les cortaban las orejas. Al maestro de Ronda le vi en un San Isidro ser el triunfador de la feria por enjaretar una decena de muletazos catedralicios a un “pabloromero”. Y este año, a puerta cerrada, José Luis aprobó para semental un toro que tomó tres varas y tuvo en la muleta una treintena de muletazos y los que se llevó dentro.
Lamento que Algora ya no esté en Partido de Resina. Pero intuyo que pronto estará al frente de otro hierro. Propietarios de ganaderías hay muchos, expertos como él en el toro de lidia, muy pocos.