LA EMPRESA: Empieza la partida (1)

Empieza la partida (1): Matilla y Valencia quieren Madrid.

El sector empresarial de la Fiesta puede definirse este año. Al menos en las grandes ligas, el gran escenario del toreo. Tres grupos debieran apostar por Las Ventas si quieren mandar en la Fiesta. Matilla-Valencia, Plaza 1 y, como es previsible, la FIT, el primero español, el segundo hispano-suizo y el tercero hispano-mexicano. No pueden optar al ascenso los jóvenes empresarios renovadores –algunos ya talluditos- porque el pliego de Las Ventas mantiene la odiosa cláusula que impide presentarse al empresario que no haya gestionado una plaza de primera en los tres últimos años. En definitiva, la perpetuación del oligopolio en la Fiesta por imperativo adjudicatario.

Pero como las cosas son como son, y como la Fiesta depende de los propietarios de las plazas, por lo común políticos y funcionarios sin la menor idea, el país taurino español seguirá siendo un mercado no regulado donde manda el azar, las influencias y, por supuesto, la veteranía. Los otros méritos, como la calidad y el éxito, son factores subjetivos y por tanto invaluables en un pliego.

La experiencia de la casa Matilla es notable. Por mucho que le critiquen otros taurinos –los que se atreven y por lo bajini-, la empresa salmantina tiene el mérito de haber dado toros en plazas de Comunidades no favorables a la Fiesta, como el Coliseo Balear, de haber ofrecido a Madrid una gran feria, como la de Vista Alegre del año pasado. Soporte en la sombra de otras pequeñas empresas y gran distribuidor del toro, acojona por su poder y merece respeto porque todo lo invierte en la Fiesta. Su unión en Madrid con Ramón Valencia, director de la casa Pagés, es decir Madrid y Sevilla en la vanguardia de la tauromaquia, les permitiría a ambos ser los tasadores absolutos del toro y el toreo.