Corrida Generales de Bilbao: donde dije digo digo Diego
Y cuando digo Diego digo Diego Urdiales, la única ausencia reprobable de las reaparecidas Corridas Generales. Porque cuando un torero logra una notable identificación con una plaza, como Urdiales con la de Bilbao, es imperdonable que se quede fuera. Puede que las negociaciones hayan sido difíciles, puede que el torero haya pedido un Perú, puede que se hayan barajado otros temas. No lo sé, ni de quién es la culpa, ni me importa. Pues aunque así fuese, tal ausencia siempre es el fracaso de la empresa que no ha sabido negociar, dar a su público uno de sus toreros preferidos, quizá el que más.
Dicho esto, y con respecto a la calidad de Las Corridas Generales del año 22, donde dije dije digo, digo Diego. Y no porque me retracte de mi crítica cuando se avanzó que la feria bilbaina se programaría basada en un pequeño manojo de figuras programadas dos veces, lo que dejaba sentados a unos cuantos toreros que merecían torear, sino porque quien parece haberse retractado es la empresa, y eso la honra. Los carteles de Las Corridas Generales son buenísimos. Enhorabuena.