¿Qué hace el Partido Popular por la Plaza del Bibio?
Lo de la alcaldesa de Gijón con respecto a la tauromaquia no es de recibo. Se declaró antitaurina, (siendo profesora de arte para mas inri) y decidió paralizar las corridas de toros en la plaza del Bibio. Se ciscó en los gijoneses que son aficionados, una decisión que anteponía sus gustos personales a los derechos de una parte de la población –poca o mucha, es lo de menos- a la que debe servir pero no censurar como si la ciudad fuera su feudo y no una comunidad libre. Después quiso programar en dicho coso otro tipo de espectáculos, pero debió de pensárselo mejor porque si se hubieran dado, ¿con qué base prohibiría las corridas si son un espectáculo amparado por la ley? Entonces, adujo que la plaza mostraba signos de ruina. Y se basó en una reciente inspección que así lo sentenciaba. No es de extrañar que el peritaje oliera a chamusquina, venía precedido por otro también reciente, que declaraba el edificio apto para su uso. Y en todo caso, cabe otra pregunta: ¿Cómo cuida el ayuntamiento por ella dirigido un edificio declarado Patrimonio de la ciudad?
El antitaurinismo es una posición admisible en democracia, como lo son las más atrabiliarias posioiones ideológicas, no su imposición totalitaria al resto de la sociedad contrabiniendo la ley. Pero el caso de la alcaldesa de Gijón es tan grotesco como meliflua la postura del Partido Popular en dicho Ayuntamiento. Ahora afirma que el último peritaje de la plaza es pura filfa. Pero hace unos meses, un miembro del Instituto Internacional de Investigaciones en Tauromaquia (IIIT) les propuso un pequeño ciclo de conferencias en el que se analizara la situación jurídica del problema, el interés cultural de la tauromaquia en la ciudad y un recorrido por la reactivación de la misma en la plaza de toros del Bibio, sin ninguna contraprestación económica. Y se llamaron andana. Desde luego que con esta forma de plantear oposición normal que la alcaldesa totalitaria se fume un puro.