¿Quién duda de José Tomás?
Decía Manolo Chopera, en sus últimos tiempos, que las ferias eran el bastión de la Fiesta. Y no le faltaba razón: los santos patronos llenaban más las plazas que las figuras. Cuando El Cordobés consultó con la almohada su regreso a los ruedos fue el penúltimo torero con el que las empresas se atrevían a programar una corrida en cualquier fecha, sin abono que la sostuviera. El último es José Tomás, que garantizó grandes entradas en todas las corridas de los abonos con tal de que él se anunciará en una. Ahora va a llenar la plaza de Jaén en el mes de junio, donde no se dan toros por esas fechas. Qué más da, podría llenarla en enero si se le ocurriera.
Para empezar, Jaén se ha quedado sin plazas hoteleras tres meses antes porque la afición haya elegido la ciudad andaluza como centro del mundo taurino. Y eso sin publicidad que lo avale y con la información taurina secuestrada en los medios de difusión de masas. Con unas fechas más en las que torease la Fiesta volvería a estar donde solía. Gracias, maestro.