Llegaba a la Feria de Hogueras una de las revelaciones de la temporada: Tomás Rufo. Y cayó con buen pie entre la afición alicantina. El toledano cortó tres orejas y abandonó la plaza en volandas tras cuajar una gran faena a su primero, buen toro de Juan Pedro, e imponerse al sexto, muy informal y desclasado, para acabar sumando otro apéndice. Su facilidad, inteligencia y ganas de ser gente en el toreo, fueron los pilares de una actuación en la que siempre que pudo toreó con el capote y en la que no se dejó nada en el tintero.
Morante de la Puebla pechó con el peor lote. Las dos largas cambiadas de rodillas al primero fueron la declaración de intenciones de querer resarcirse de su aciaga tarde de ayer. Sus dos toros se acabaron muy pronto y apenas pudo dejar destellos de su categoría torera. Dejó, eso sí, de nuevo la anécdota de empuñar la manguera de riego en la merienda para dejar el ruedo a su gusto. Cosas de genios.
No se fue de vacío Alejandro Talavante, que desplegó su toreo al natural con el segundo de la corrida, al que cortó un trofeo. Más desigual resultó su faena al quinto, malograda además a espadas y perdiendo la posibilidad de acompañar a Rufo por la puerta grande.
Se lidió un encierro de Juan Pedro Domecq, muy bien presentado, en el que los mejores toros fueron segundo y, sobre todo, el tercero.
FICHA DEL FESTEJO
Se lidiaron seis toros de Juan Pedro Domecq, muy bien presentados y de variado juego. Los mejores 2º y 3º.
Morante de la Puebla: ovación con saludos y ovación con saludos.
Alejandro Talavante: oreja y ovación tras aviso.
Tomás Rufo: dos orejas y oreja tras aviso.
Entrada: Dos tercios de plaza en tarde agradable. Saludaron en banderillas Miguelín Murillo, de la cuadrilla de Talavante, y José Antonio Carretero y Fernando Sánchez de la de Tomás Rufo.