El Novillo del siglo XXI
El novillo del siglo XXI es como el toro de casi todo el siglo XX. Mucho más nutrido desde su destete, mejor saneado por prescripción administrativa e hijo de una selección ganadera que desde hace años privilegia el volumen y las defensas, ya no se parece al novillo de antaño, menos alimentado, de desecho de tienta y cerrado, y en plazas como la de Madrid, por lo general a uno o dos meses de cumplir la edad de toro.
A la inversa, ya no se enfrenta con diestros experimentados, de larga carrera novilleril, como hace medio siglo, sino con jóvenes sin experiencia. En consecuencia, apenas brotan novilleros y abundan las cornadas (en Madrid). Y es que el equilibrio es la clave del toreo. Y el toreo de hoy, en muchos aspectos, se ha desequilibrado.