EntreToros
LA SEMANA TAURINA – (Re)pensar la tauromaquia
Los días 18 y 19 de febrero, el centro mundial de la tauromaquia fue Pamplona. Exactamente, la Universidad Pública de Navarra, donde se celebró la duodécima edición de sus “Jornadas sobre Ganado de Lidia y Tauromaquia”, dirigidas por Antonio Purroy y Joseán Mendizabal. Y no es gratuito decir que la UPNA fue el centro del planeta de los toros porque en su facultad de Ingeniería Agronómica y Biociencias se reflexionó en serio sobre la tauromaquia desde distintos enfoques: sociológico, científico, estético, económico, etc.
Resultó apasionante descubrir cómo la biología ha revelado los mecanismos neurohormonales que operan en el toro durante su lidia, palían su estrés y hasta bloquean su dolor, lo que aclara su persistente combatividad más allá de los atributos míticos y acientíficos que siempre se han esgrimido para explicar su bravura. La descripción geográfica de los festejos taurinos en España puso en evidencia la fortísima implantación de la tauromaquia de base en España –18 mil anuales antes de la pandemia-, a pesar de las trabas y exigencias burocráticas que intentan disuadirlos. Se expusieron, por sus responsables, las estrategias defensivas de Francia y Portugal ante la global campaña antitaurina, así como dirigentes españoles de las tauromaquias populares aportaron pruebas y argumentos de la fuerte implantación del asociacionsimo en este importante segmento de la Fiesta. La cultura, es decir la tauromaquia como hecho cultural, así como su diálogo con otras artes-concretamente, con la pintura y la arquitectura-, puso en evidencia el rango estético y social de la fiesta de toros. Interesantísima fue la mesa redonda protagonizada por jóvenes aficionados, pues tuvo la virtud de abordar con inteligencia y coraje la crítica situación de la tauromaquia y la incapacidad de respuesta por parte de sus principales actores. Su denuncia quedó corroborada por la denuncia de la ONG toros sin fronteras, que dona la carne de bravo –toros y vacas- a instituciones asistenciales, algunas de las cuales la han rechazo por provenir de toros de lidia, un antitaurinismo que se antepone a su bondad nutritiva, confirmada por nutrólogos y grandes chefs.
Estas ponencias se vieron complementadas con testimonios vitales de la vocación del torero, con un audiovisual emocionantísimo sobre la ganadería de Miura y su relación con Pamplona, y con un documental sobre los encierros de San Fermín de una calidad fílmica apabullante y de un valor antropológico deslumbrante. El alcalde de Pamplona, Enrique Maya cerró la brillantísima edición de estas jornadas de gran altura intelectual y académica con sinceras y emotivas palabras.
Por fortuna, el alto nivel de lo expuesto en las Jornadas no se perderá en el olvido. Todas las ponencias habían sido acopiadas en un libro que ofrece una lectura plural y muy complementaria que reafirmará al lector aficionado en sus convicciones taurinas.