EntreToros
ARÉVALO – Talavante salva la tarde en Arévalo que sale en volandas tras cortar dos orejas en un fiasco ganadero
Por Santos García Catalán.
Cayetano y Aguado pasearon un trofeo. Brilló Pablo Aguado con el capote.
Los astados de Toros de la Plata (1º, 3º, 4º, 5º y 6º) y de Soto de la Fuente (2º, 3º bis y 3º tris) fueron desiguales de presentación y juego, nobles y manejables en general, perosospechosos de pitones. Acusaron la escasez de fuerza, casta y escaso fondo. Menos de media plaza en tarde muy agradable de temperatura. Los dos sobreros de Soto de la Fuente fueron devueltos tras lesionarse en el inicio de la lidia.
El subalterno Ambel Posada, de la cuadrilla de Talavante, se desmonteró tras un magnífico par de banderillas muy aplaudidos por el respetable.
Talavante
Abrió plaza Talavante con un terno tabaco y oro ante un astado bien hecho, colorado y salpicado de Toros de la Plata que remató varias veces en los tableros. El pacense le endilgó tres verónicas muy templadas que fueron jaleadas por el público.
Apretó el animal en el jaco en el único encuentro. Y en rehiletes arreó poniendo en apuros a Manuel Izquierdo.
Con la franela, Talavante estuvo mandón con los doblones iniciales que le hicieron bajar los humos al toro de nombre, curiosamente, “Sumiso”. Un toro noble pero carente de empuje, (se había dejado todo atrás) y la faena no caló en el tendido por la falta de emoción. Con la espada se le fue la mano al diestro extremeño y cayó baja con un espectacular derrame cayendo fulminado.
La petición mayoritaria de oreja fue concedida por el usía, José Luis Martín Clavo, a quién no se le fue la mano sacando pañuelos. Estuvo correcto toda la tarde.
Esplendido resultó el recibo capotero que le hizo Talavante al de La Plata, que debió ser cuarto y se cambió el turno de salida. Los tres faroles, las verónicas y las chicuelinas fueron muy bien acogidas por el público que, por fin veía, una bella conjunción entre toro y torero.
Extremo cuidado tuvieron con el animal en varas, un simple picotazo. Mientras que en banderillas el toro tuvo mucha movilidad, resultando un brillante tercio por parte del extremeño Ambel Posada que saludó una cerrada ovación.
Salió con ganas Talavante ante el de La Plata y se fue al platillo para brindar al tendido para después iniciar un bello trasteo por estatuarios y rematando por la espalda ante la aparente clase y movilidad del astado. Pero tras unos derechazos con mando cantó su escasa bravura, y el pacense no tuvo otra opción más que meterse en sus terrenos hasta poderle totalmente rematando con un desplante y arrojando los trastos al albero. Metió la mano con habilidad, tras pinchar, y el usía tuvo que sacar de nuevo el pañuelo para concederle el trofeo ante la fuerte petición mayoritaria, incluso pidieron las dos orejas. Lo que le permitió salir en volandas del coso con la noche ya echada.
Cayetano
Con un elegante terno azul pavo se vistió el diestro dinástico ante el de Soto de la Fuente que remendó la corrida anunciada. Un toro castaño de nombre Oscuro como su
pelaje y de condición flojo y desrazado. La raza y la casta la tuvo que poner Cayetano que intentó agradar en una faena aseada dedicada a la grada. Lo mejor la estocada y de ahí la fuerte petición de oreja que el palco concedió.
Con el que hizo cuarto, que debió salir en quinto lugar por error de chiqueros lo que provocó correr turno, Cayetano llevó al precioso burraco de la Plata luciéndose con un bello galleo. Con la muleta lo intentó pero el animal no respondió ante la buena voluntad del diestro madrileño y además lo puso en aprietos por su genio. Bien con la espada. Hubo escasa petición de trofeo que el palco no concedió. Sin embargo, tras el arrastre, todo quedó en un silencio sepulcral…
Pablo Aguado
Nuevo en esta plaza el sevillano, que lució un vestido azul noche ante un toro de La Plata un tanto acapachado de pitones que remató con estrépito en los burladeros. En los inicios de capote el animal se lastimó de los cuartos traseros, siendo sustituido por el primer sobrero de Soto de la Fuente que salió descordinado y también fue devuelto, siendo sustituido por el segundo sobre del mismo hierro y sin opciones de faena por su escasa fuerza. Aguado solo pudo lucir sus ganas con algunos detalles artísticos y llenos de pinturería torera. Saludó desde el tercio.
Con el precioso burraco de Toros de la Plata que cerraba festejo, el sevillano se desquitó en el recibo capotero y brilló de forma extraordinaria con preciosos lances a la verónica, para después llevarlo al caballo con alegres y expresivas chicuelinas al paso. En la muleta, tras un excelso trincherazo en el inicio de faena agarrado al tablero, el animal no respondió a las expectativas que ofrecía Aguado ante un toro que no humilló y que embestía al paso; condiciones que no son precisamente las idóneas para el toreo pausado y bello que ejecuta el diestro sevillano. Con media en el sitio finalizó la faena y fue premiado con una oreja tras un elegante final de faena.
En definitiva, una tarde deslucida por el comportamiento de los astados, donde la empresa, capitaneada por Chencho Gómez, echó los restos en publicidad y divulgación de la feria, pero no encontró eco en los tendidos. Y es que las falsas figuras que en su día tuvieron cierto atractivo, (léase Talavante y Cayetano) hoy lo han perdido, ya que no fueron capaces de llenar ni media plaza en una tarde agradable y con precios asequibles para todos los bolsillos