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Editorial

EDITORIAL – Conclusiones de una gran Feria de Abril. Tres Puertas del Príncipe y dos puertas robadas

MORANTE Y BALLESTERO DE GARCIGRANDE. Fotos Arjona/Pagés. Toromedia Comunicación.

Conclusiones de una gran Feria de Abril

Tres Puertas del Príncipe y dos puertas robadas

1ª Puerta: Torear no es solo dar pases hechos con verdad y dichos con arte. Torear es, además, apoderarse de las embestidas renuentes y peligrosas del toro y llevarlas muy toreadas. Con otra belleza, la que desprende la maestría unida al valor, con otra emoción, la derivada de una actitud gallarda e inteligente. Torear es también una actitud humana heroica, con una belleza interna, de fondo más que de forma. Indiscutible la Puerta del Príncipe de Daniel Luque.

1ª PUERTA GRANDE DE DANIEL LUQUE EN SEVILLA

2ª Puerta: Cuando un torero extrae del toro la bravura que lleva escondida, cuando acopla a la cadencia del toreo la embestida que no se ajusta, cuando ese ejercicio de alta doma descubre la clase de un toro que no sabía embestir, cuando esa armonía derrocha temple, calma, regusto, arte, el toreo roza el milagro. Indiscutible la Puerta del Príncipe de Julián López “El Juli”.

NATURAL EXTRAORDINARIO DE EL JULI

3ª Puerta: Si el temple introduce la embestida del toro en otro campo gravitatorio, liberado de todas las leyes físicas espaciales y de la gravedad y el toreo se desliza irreal, como en un sueño, pero sigue siendo real porque el toro puede coger, como cogió a Tomás Rufo, la Puerta del Príncipe es indiscutible.

CON SU TEMPLE NATURAL TOMAS RUFO LOGRO SU 1ª PUERTA DEL PRINCIPE

 1ª Puerta robada: A Morante le han robado en menos de un año dos Puertas del Príncipe. Después de la irrepetible faena que hizo al toro de Juan Pedro Domecq en la última Feria de San Miguel, ¿qué más o mejor puede hacer un torero para salir por la mítica Puerta? Después de la irrepetible faena que ha hecho al toro de Garcigrande en esta Feria de Abril, ¿qué más o mejor puede hacer un torero para abrir la mítica Puerta? Morante ha desmitificado la Puerta del Príncipe. En ella mandan ahora los burócratas del toreo y los contables de orejas.

MORANTE QUE ERA LA BASE DE ESTA FERIA SUPERO TODAS LAS EXPECTATIVAS

2ª Puerta robada: Si un torero ha dicho en la Maestranza, aquí, en el toreo, quien manda soy yo, ha sido Andrés Roca Rey. Y lo ha dicho con dos faenas incontestables. Armadas de valor, apabullantes de maestría, emocionantes en el más cabal toreo cambiado, profundas en el toreo fundamental, rematadas con estocadas purísimas. ¿Por qué el presidente de la corrida le negó la oreja, clamorosamente demandada, contraviniendo de manera vergonzante el reglamento taurino que todo presidente debe salvaguardar?  Roca Rey, si atendemos a los hechos, es hoy la primera figura del toreo. Le pese a quien le pese. Desde luego, no al pueblo de Sevilla, que demandó con fuerza la oreja no concedida y protestó la injusticia a almoadillazo limpio. Sí, por supuesto, a los melífluos guardianes del templo, plumíferos provincianos. De beatos y meapilas, líbranos Señor.

ROCA REY DEMOSTRO QUE ES PRIMERA FIGURA DEL TOREO

El toro de la Feria: Se llamaba “Ballestero”, era negro, estaba herrado con el nº 134, pesó 550 kilos, tenía casi 6 años y pertenecía a la ganadería de Garcigrande, cuyo propietario es Justo Hernández. Pasará con todos los honores al libro de la historia de la bravura. Desconcertó de salida por su brava agresividad. Parecía corraleado. Había sido sobrero en la Feria de Fallas y también en la corrida del día 4 en esta misma feria. Buscó querencias y se mostró informal en el primer tercio. En el segundo, atento a todo, se vino arriba con peligro. Y cuando desapareció la gente del ruedo y se vio las caras solamente con su matador, concentró su furia en un solo objetivo, Morante de la Puebla. Pero su furia no era defensiva, malencarada, sino ofensiva, al ataque. Y se empeñó con tanta codicia que reponía a velocidad vertiginosa en un palmo de terreno. Pero el artista que tenía enfrente resultó más bravío, más inteligente, más poderoso. Y pudo con su casta encendida, aprovechó su brava fijeza, la disfrutó y le hizo la faena más grande que vieron los siglos.   

BALLESTERO EL TORO MAS BRAVO DE LA FERIA DE ABRIL DE SEVILLA

El público o los públicos de Sevilla: Se quejan los exquisitos guardianes de las esencias de que el público sevillano ya no es lo que era. De acuerdo, mas para empezar en Sevilla podría no haber público sino públicos, porque las entradas son tan caras que no se pueden comprar todas y hay que elegir. Los menos afortunados –dado que el “sol” está más caro que la sombra en Madrid- no eligen ninguna y ven las corridas en la tele. Pero los aficionados que van a la plaza no configuran públicos distintos. Son espectadores distintos y siempre el mismo público por una sola razón: toda Sevilla y todos los aficionados forasteros no caben en la Maestranza. Y los que cambian al público, a ver si os enteráis de una puñetera vez, son los toreros. Y lo maravilloso del público maestrante es cómo se acopla, en la aceptación o en el rechazo, a todo tipo de toreros. 

UNA OVACION CERRADA PARA TODA LA AFICIÓN DE SEVILLA

Pero respondamos a la queja de los guardianes exquisitos. Claro que ha cambiado el público de Sevilla. Ha cambiado para bien, se ha desinhibido para ser como siempre fue, ha respondido sin que nadie se lo dijera a la famosa máxima de un torero sevillano, Rafael Ortega “Gallito”, que dijo: el mejor aficionado es aquel a quien más toreros caben en la cabeza. O sea, ha vuelto a su ser. ¿Qué dirían ahora estos horteras, que se lo montan de finos, del rabo que cortó El Cordobés en Sevilla? ¿O del rabo que cortó Armillita chico por una faena de dominio?  Estos guardianes del templo son más bastos que un bocadillo de bellotas, y creen que mean colonia.  

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