PLANETA TORO – 🇵🇪 Balance provisional de un limeño en Sevilla.

Por Baldomero Cáceres V.

Dos de Santi Domecq, uno de El Parralejo, un Victorino (extraordinario fue el 5to al que Ferrera bordó) y dos de El Capea en la de ayer de rejones, es el balance positivo de los toros lidiados en lo que va de Feria de Sevilla, que parece llenarse de nosotros, los paisanos de Roca Rey.

Con más o menos docilidad y clase, se han prestado para el triunfo y lo han logrado quienes se han puesto delante. El toreo exige al toro de hoy abrirse, meter la cara con temple, no soltarla  y tener viaje largo. En mucho pedirle al toro y de allí que se decepcione alguno. Luego resultará Juan Pedro el chivo expiatorio y le echarán cuentas hasta que otro Ombú salga por la puerta del chiquero de alguna plaza de primera de España. 

¿Es pobre este balance? Habrá quienes digan que sí. Faltando la parte central del serial sevillano y con ganaderías como Garcigrande, Cuvillo, Victoriano del Río, García Jiménez y Torrestrella, así como el bis de Juan Pedro, toca esperar para tener un balance concluyente.

Pero téngase en cuenta que debe medirse a todos con la misma vara. Cierto que al de Victorino se le exige una mayor agresividad, cafeína en la embestida y porque no alguna alimaña de las que ya parecen extinguidas en la ganadería que pasta en Las Tiesas.

Que saldrá algún Juan Pedro con agresiva bravura, ya lo veremos. Y los Garcigrande empujarán por abajo, más que seguro y Cuvillo reunirá un conjunto seguro desigual, que es la lógica, pero más de un toro se deslizará para cuajarlo.

Y disfrutaremos. Los toros están ya reseñados. Vendrán algunos de los señalados por sus criadores y otros embarcados a último momento pues el ganadero propone pero no siempre dispone.

Fe y confianza. El reencuentro del aficionado con la Feria de Sevilla tendrá más puertas grandes y la del Príncipe que reafirmará el momento de los toreros acartelados. Ese es mi balance y mi predicción para estos días en los que el calor empieza a apretar en el coso del Baratillo y en los que los tendidos lucirán pletóricos.

El domingo en el balance final, veremos si acierto o tendré la decepción natural de quien hace 10 mil kilómetros para disfrutar de una Feria única, de una ciudad luminosa, mágica, como no hay otra y a la que más ahora tras una durísima pandemia venimos a gozar limeños y peruanos del interior. Con la esperanza, claro está de ver salir a Roca Rey por la Puerta del Príncipe, que no se la arrebaten una vez más.