Contacta con nosotros

EntreToros

LA SEMANA TAURINA – Manuel Benítez, el viejo joven

por José Carlos Arévalo

Dice el hombre muerto: Se abrazan Manuel Benítez y Manuel Díaz, padre e hijo. Y se abrazan dos toreros con el mismo nombre taurino: El Cordobés. Su abrazo familiar reconoce el vínculo paternofilial que los une. Pero el abrazo torero se quiere sellar en la plaza. Comprensible e insensato. Manuel Benítez es un torero octogenario. No es de recibo que se ponga delante de un toro. Por mucho que el toreo sea un ejercicio espiritual, como dijo Belmonte, también es un ejercicio físico, como reconoce el más  elemental sentido común. Y como debieran reconocerlo sus hijos, Manuel y Julio, los dos vástagos que completan el insensato y anunciado cartel. Matar al padre es una ocurrencia freudiana, no taurina. Otra cosa es que el papá, como acostumbraba, llene la plaza. Y muy otra que los dos niños la llenen. Sin más comentarios.

Dice el hombre vivo: Han pasado los años y El Cordobés acaba de tener un hijo. Lo de menos es que se apellide Díaz, lo bueno es que se llama El Cordobés. Y el padre y el hijo y el nuevo hijo quieren torear juntos. Porque los tres son toreros. ¿Qué tiene eso de malo? Que el padre tiene 86 años. Sobre todo es malo para quienes se rinden al tirano del tiempo. Tal vez no para los que sienten jóvenes más allá de los 80. Son pocos, pero los hay. Por ejemplo, una excelente pianista francesa, Colette Maze, con 107 años y en activo, toca durante cuatro horas diarias y ha grabado 6 discos. Se dirá que una cosa es el motor (la mente) y otra la carrocería (el cuerpo), pero lo dicen quienes no saben que el trabajo mental cansa al cuerpo. Ser viejo es algo que, a veces, nos recuerda el cuerpo y que siempre nos dicen los demás. Por lo visto, a doña Maze nadie se atreve a decírselo y menos después de haberla escuchado. Tampoco le irán con misantropías a Carlos Arias, escalador en activo con 87 abriles. Los que arguyen que sí, que bueno, pero que un toro es otra cosa, habrá que recordarles que el Aconcagua o el Everest son dos toros bien encastados. 

O esa, que El Cordobés, viejo/joven genio del toreo, quiere torear con 86 tacos para echar una mano a los hijos… pues que toree. Con dos cojones.

Advertisement

Copyright © 2021 - EntreToros | Prohibida la reproducción y utilización total o parcial, por cualquier medio, sin autorización expresa por escrito.